La historia real que nos cuenta Mercè de Febrer es de admirar, ya que el proyecto que llevó a cabo con el aula "cangurs", unos niños catalanes de educación infantil, no es fácil de encontrar. Mercè de Febrer es una maestra jubilada que cuenta experiencias que vivió en su dedición a la educación.
La historia de "cangurs" parte de un proyecto elegido por sus alumnos, dónde la curiosidad, inquietud e incertidumbre de su propio nombre de grupo, les hizo investigar sobre la realidad de este encantador animal. Tras unas imágenes en una revista dónde pudieron observar la aterradora acción que cometen los australianos con los canguros, les llevó a trabajar un problema real acorde a la sociedad en la que vivían, planteándose dudas, aportando ideas y solucionando los problemas que fueron surgiendo para poder ponerse en contacto con un periódico australiano dónde plasmaron su descontento con los hechos.
La metodología que tenía Mercè para trabajar con sus alumnos, consistía en descubrir de forma autónoma la realidad de las cosas, les proporcionaba instrumentos para ser libres, les proporcionar curiosidad a sus alumnos por las cosas no conocidas y no se centraba sólo en lo cercano (aunque nunca prescindía de ello). Trabajaba el pensamiento crítico y reflexivo. Para ello, una de las formas utilizadas para trabajar todo lo anteriormente dicho, eran las imágenes visuales, dónde a partir de ellas, el problema a tratar se iba viendo desde diferentes puntos de vista (matemático, ecológico, físico…) y los alumnos iban aportando sus ideas al resto de la clase enlazando esas ideas al proyecto común. La profesora no planeaba ni pautaba el tiempo del trabajo, sino que les guiaba en el aprendizaje y el proyecto iba surgiendo con las inquietudes de los alumnos (carta, periódico, traducción…). Mercè definió este proyecto como una actividad política, ya que intentaron cambiar una ley en otro país diferente al suyo para intentar parar esa masacre que hacían con los canguros, consiguiendo el cambio de pensamiento de muchos australianos. Al mismo tiempo los alumnos obtuvieron un cambio ideológico.
En mi opinión, este proyecto es un proceso natural de aprendizaje colectivo, una construcción del conocimiento en donde priman la ignorancia no sólo de los alumnos sino también de la maestra. Los alumnos tienen que darse cuenta que la maestra no lo sabe todo y pueden aprender juntos. Seguramente, si este proyecto se habría realizado con alumnos de bachiller, el resultado habría sido totalmente diferente, ya que el ámbito emotivo de los pequeños no es el mismo que el de los adultos. Es impresionante ver como unos niños tan pequeños pueden tener actitud crítica, con capacidad de opinión y decisión, sintiéndose protagonistas y formándose como ciudadanos del mundo.
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